miércoles, 7 de enero de 2009

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LA VISITA DE LOS REYES DE ESPAÑA
Hoy se inicia la visita oficial de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía. El pueblo peruano los acoge con la simpatía que genera su inteligente y democrático ejercicio de la investidura real. Su reiterada presencia en nuestro país expresa la renovada importancia que el gobierno español otorga a sus relaciones con América Latina y particularmente con el Perú.
El 2004, el Partido Socialista Obrero Español definió los dos ejes de la visión conceptual de su diplomacia iberoamericana. Volver a una política exterior de autonomía hacia la región, dejando de lado la diplomacia de acompañamiento a los Estados Unidos que el gobierno de Aznar impulsó en la región. Y dotar a esa autonomía no sólo de mayores cifras en la inversión, el comercio y la cooperación, sino de un revalorizado componente político, diplomático y social.
Bajo la inteligente y eficaz conducción de Miguel Ángel Moratinos, la diplomacia española ha sabido asociar a la región al ejercicio de “un poder blando” a favor de una gobernanza mundial racional y razonable, que recree espacios multilaterales de solución negociada de los conflictos y no sacrifique ni la democracia ni los derechos humanos en la lucha global contra el terrorismo. Quizás la expresión más acababa de esa visión global de la diplomacia española sea la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, promovida directamente por el presidente Rodríguez Zapatero. El valor de esta iniciativa reside en el hecho de asumir la diversidad no como una atávica determinación del conflicto, sino como una riqueza de oportunidades para la paz y el diálogo. España es, ahora, un factor de equilibro y sereno optimismo en la construcción comunitaria, especialmente después del fracaso de la aprobación de la constitución europea. Y a ello añade una renovada acción en Asia y África que globaliza su política exterior. Moratinos ha sacado a la política exterior española del hiperfactualismo, coyuntural y a la larga inoperante.
En relación a América Latina, hay una sólida diplomacia de asociación. La institucionalización de la comunidad iberoamericana ha sido un avance histórico, cuyos frutos silenciosos serán cada vez más visibles. Se han establecido vínculos de asociación estratégica con Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. El Perú se añadirá a partir de mañana a esta lista, culminando un proceso iniciado con la visita de Estado que hiciera el presidente Toledo.
Las relaciones peruano españolas pueden aún fortalecerse más. Para ello, sería bueno que el Perú salga de su ostracismo diplomático y comparta con España y la región los desafíos del aterrizaje democrático de un mundo en transición.
Fuente: La Primera (27 de octubre de 2008)